Couvent Sainte-Marie- de-la-Tourette, 1953

Construido sobre una planta cuadrada en forma de U, al norte de la nave de la iglesia, el convento se inspira directamente en los modelos cistercienses. Implantado en un terreno de fuerte pendiente, encuentra su «lecho», en palabras del arquitecto, en la cresta de la colina y se reconcilia con el declive por medio de los pilotes. Desde el camino que recorre la cresta del cerro, se accede directamente al tercero de los cinco niveles del edificio. Sobre esta planta, dedicada al estudio y seminarios (biblioteca y talleres), se encuentran los niveles 1 y 2 reservados exclusivamente a las celdas de los monjes. Una azotea accesible, conectada al techo de la iglesia por una pasarela, está cubierta con una fina capa de tierra aislante. Los niveles 4 y 5 debajo del piso están truncados por la pendiente del terreno. El nivel 4, dedicado a la vida colectiva de la comunidad (refectorio, cabildo, atrio), está comunicado por dos amplios corredores que forman una cruz en el centro del patio. Estos espacios de circulación, conocidos como «claustros», también conducen a la iglesia.
El nivel más bajo, el quinto, ubicado directamente sobre el suelo, se reduce a dos cimientos separados: debajo del refectorio, la cocina y una sala común, y debajo de la iglesia, los sótanos. Una escalera caracol, envuelta en una torre externa, conecta directamente el ala del seminario con el comedor del nivel 4 y la cocina del nivel 5.
La iglesia forma el ala norte, independiente del resto del convento. Tiene la forma de una simple «caja» de hormigón en bruto, cubierta por una azotea a la cual se accede desde el ala oeste por una pasarela. En el interior reina la mayor austeridad. Unos escalones separan el coro de las bancas de madera y hormigón para los fieles. Tres «cañones de luz» difunden la luz, que es coloreada por las pinturas de los muros (azul-amarillo-rojo) en la capilla norte adyacente «en forma de oreja».

La luz funciona aquí como un elemento al servicio de una innovación espacial excepcional. Le Corbusier implementa toda una gama de dispositivos para controlar la luz natural, esculpir el espacio y los volúmenes: cañón de luz, pistola de luz, rayo de luz, logia y vidriado ondulante, un dispositivo inventado junto con Iannis Xenakis y utilizado aquí por primera vez.