La obra arquitectónica de Le Corbusier,
una contribución excepcional
al movimiento moderno

Japón

La influencia de la Obra Arquitectónica de Le Corbusier dentro de los Estados Parte de la Propiedad

La influencia internacional de la obra arquitectónica de Le Corbusier es única, tanto en los once países en los que construyó, como en aquellos en todo el mundo para los que tuvo proyectos y, particularmente, a través de sus publicaciones y conferencias. No tiene sentido intentar hacer una lista exhaustiva. Nos limitaremos aquí a recordar la influencia que este trabajo ha tenido en los Estados Parte participantes de esta nominación.

Sin embargo, se puede afirmar que la influencia de su obra es perceptible en la arquitectura cotidiana de la segunda mitad del siglo XX, en sus métodos constructivos y en el desarrollo de la profesión de arquitecto y su internacionalización.

Japón

Desde la década de 1920, la historia de la arquitectura y de la ciudad en Japón ha permanecido estrechamente ligada a la obra y al pensamiento de Le Corbusier. El primer artículo que apareció sobre Le Corbusier, fue escrito por el arquitecto Kazue Yakushiji, para la revista Kenchiku Sekai [El mundo de la arquitectura] en agosto de 1923.
Cuando Tokio fue devastada por el gran terremoto del 1 de septiembre de 1923, fue en los preceptos de Le Corbusier, donde se buscó la inspiración para las soluciones a los problemas de reconstrucción urbana. Así, en 1924, el arquitecto Junpei Nakamura publicó el libro Tokyo Reconstruction Plan 1924, y también artículos en los que presentaba el “Plan para una Ciudad Contemporánea de 3 Millones de Habitantes” de Le Corbusier y algunas de las ideas de su libro “Hacia una Arquitectura”.
Después de leer el libro “Hacia una arquitectura” en 1924, otro arquitecto, Kenji Imai, emprendió un viaje a Europa en 1926, en el que visitó a Gropius en Alemania y a Le Corbusier en París. Seigo Motono (1882-1944), arquitecto y fundador en 1927 de la Asociación Internacional de Arquitectura de Japón, ya había conocido en 1923, el “Plan para una Ciudad Contemporánea de 3 Millones de Habitantes” de Le Corbusier.
Pero sobre todo, fue Hideto Kishida, profesor del Departamento de Arquitectura de la Universidad de Tokio, quien disertó sobre Le Corbusier y prestó algunas de sus obras traídas de Europa en 1926, a uno de sus alumnos que sabía francés, Kunio Mayekawa (1905- 1986).

Las primeras traducciones japonesas de Le Corbusier aparecieron entre 1928 y 1929 en la revista Kokusai Kenchiku. La revista dedicó dos ediciones especiales a Le Corbusier, expresando su máximo entusiasmo.
En 1929, el editor Koseisha Shobo publicó, en japonés, los textos completos de “Hacia una Arquitectura” y en 1931 “El Arte Decorativo de Hoy”.

En la década de 1930, los arquitectos japoneses, cuyo entusiasmo por Le Corbusier continuaría, erigieron una gran cantidad de edificios siguiendo los preceptos del maestro. Más de un centenar de estas obras están presentes en revistas de arquitectura japonesas de la década de 1930. En un artículo publicado en una revista francesa, Bruno Taut, invitado a Japón en 1932 por la Asociación Arquitectónica International de Japón, destacaba cómo Le Corbusier fascinaba al Japón, eclipsando incluso la influencia de Frank Lloyd Wright. Puso como ejemplo a los arquitectos Antonin Raymond y Kameki Tsuchiura.
Hasta la Segunda Guerra Mundial, había nada menos que cuatro compañeros de trabajo japoneses, en el estudio de la rue de Sèvres.
El primero de ellos, Kunio Mayekawa, deslumbrado por los textos de Le Corbusier, presentó una tesis sobre el maestro para la obtención de su título en arquitectura. Tras su graduación en 1928, trabajaría durante dos años en el estudio de París, convirtiéndose en el primer colega japonés de Le Corbusier.
A su regreso a Japón en abril de 1930, Mayekawa se unió al estudio de Antonin Raymond en agosto de 1930 y continuó difundiendo las ideas de Le Corbusier, traduciendo al japonés, extractos de “El Arte Decorativo de Hoy”. En 1932, Mayekawa a título personal, llevó a cabo la construcción de un edificio para los laboratorios industriales Kimura, una obra inspirada directamente en Le Corbusier. En 1935, abrió su propia agencia que daría origen a otros importantes arquitectos del movimiento moderno japonés como: Kenzo Tange, Masato Ohtaka, Toshihiko Kimura y Azusa Kitou.

Otro alumno de Hideto Kishida, Kikunosuke Makino (1903-1983), graduado en 1927, llegó al estudio de rue de Sèvres un mes y medio después de Mayekawa, y se quedó allí sólo ocho meses. A su regreso a Japón, publicó artículos y traducciones describiendo la vida en el estudio de Le Corbusier.

Nagatoshi Tsuchihashi fue el tercer arquitecto japonés en trabajar con Le Corbusier. Ingresó en el estudio en 1929, pero por motivos de salud, se vio obligado a regresar a Japón en febrero de 1930. No obstante, también publicó artículos en revistas japonesas, describiendo la vida en el estudio de Le Corbusier.

Por último, Junzo Sakakura (1904-1969), graduado en 1927, conoció a Le Corbusier en 1929 y se incorporó a su estudio en 1931. Sakakura permaneció allí durante cinco años, alcanzando el puesto de Jefe de Agencia. Al regresar a Japón en 1936, fue elegido para ser el arquitecto del Pabellón de Japón para la Exposición Internacional de 1937 en París. Este pabellón incorporó directamente los principios desarrollados en el “Museo del Crecimiento Ilimitado” de Le Corbusier. Sakakura prolongó su estancia en París y retomó la colaboración con Le Corbusier, participando en el quinto Congreso CIAM. De regreso en Japón en 1939, creó su propia agencia. En 1940, invitó a Charlotte Perriand a Japón y organizó una exposición de diseño de mobiliarios.

Las publicaciones acerca de Le Corbusier fueron disminuyendo durante los años de la guerra, pero su número siguió siendo significativo. El concurso en 1942 para el “Auditorio Conmemorativo de la Esfera de Coprosperidad de la Gran Asia Oriental” [Greater East Asia Co-Prosperity Sphere Memorial Hall] mostró la influencia de Le Corbusier; varias de las propuestas se asemejaban a su proyecto para el Mundaneum (1929).

Kenzo Tange (1913-2005), figura importante en el mundo de la arquitectura japonesa, fue uno de los arquitectos que, sin haber trabajado directamente con Le Corbusier, se inspiraron en gran medida en sus obras. Como es sabido, su vocación le fue revelada por la lectura de los escritos de Le Corbusier. Los proyectos de desarrollo urbano para Tokio, propuestos por Tange entre 1959 y 1961 son representativos de esta influencia. Fue como profesor en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Tokio que crearía el Curso de Urbanismo. Transmitió las ideas de Le Corbusier a sus alumnos, entre los que se destacaron Sachio Ohtani, Fumihiko Maki, Kisho Kurokawa y Arata Isozaki. En 1955, diseñó el Centro de la Paz en Hiroshima, claramente inspirado en Le Corbusier. La mayoría de los proyectos de Tange muestran la influencia de Le Corbusier y de los Congresos CIAM, incluídos los proyectos para la Prefectura de la metrópolis de Tokyo [Tokio Metropolis]  (1957) y la Prefectura de Kagawa (1958), que fueron los modelos para todos los edificios administrativos públicos construidos en Japón después de la guerra. La difusión de las ideas de Le Corbusier en el Japón de la posguerra contó con el apoyo de por Junzo Sakakura, quien en 1955, organizó la exposición “Propuesta para una síntesis de las artes, París 1955: Le Corbusier, Fernand Léger, Charlotte Perriand”. En 1956, hizo un telón para el Tokyu Bunkakaikan (Centro Cultural de Tokio) a partir de una caricatura original de Le Corbusier y publicó traducciones de L’Unité d’habitation de Marseille y Manières de penser l’urbanisme [“Cómo concebir el urbanismo”]. En 1964 publicó la biografía crítica “Le Corbusier, un Precursor del Arte Moderno”.

De 1950 a 1952, otro arquitecto japonés, Takamasa Yoshizaka, profesor de la Universidad de Waseda, trabajó en París con Le Corbusier en varios proyectos. Hablaba francés con fluidez, tradujo obras importantes como La Charte d’Athènes en 1953, Le Modulor, Vers une architecture, y finalmente en 1978 finalizó la traducción de las Obras completas.

Si la obra de Mayekawa siempre refleja la influencia de la década de 1920 de Le Corbusier, después de la guerra, la industrialización de los métodos y materiales de construcción sería una preocupación omnipresente en su obra. En cuanto a Sakakura, la influencia de Le Corbusier se puede apreciar en importantes obras de posguerra como el Museo de Kamakura (1951) que, de acuerdo con los métodos constructivos adoptados, incorpora las ideas del “Museo de Crecimiento Ilimitado”, desarrollado por Le Corbusier en la década de 1930.

El Museo Nacional de Bellas Artes de Occidente fue erigido, con la ayuda de Yoshizaka, Mayekawa y Sakakura, según los mismos principios de construcción. Este es el símbolo icónico de la influencia de Le Corbusier en Japón. En 1961, el Teatro de Tokio [Tokyo Bunka Kaikan] construído por Mayekawa justo enfrente del Museo Nacional de Bellas Artes de Occidente, puso el broche final a esta serie de edificios que reflejan la influencia de Le Corbusier en Japón.

Podemos decir que la continua fascinación que ejerció Le Corbusier en Japón desde principios de la década de 1920, no fue sólo estética, sino que cambió estilos de vida y particularmente la investigación en los campos de la industrialización de la vivienda y el urbanismo.

Japón Sakakura et Le Corbusier à la villa impériale Katsura à Kyoto, novembre 1955
Japón Le Corbusier avec Junzo Sakakura et diverses personnes à Tokyo, Novembre 1955